Nada mejor que
Despertar con sus besos, desperezarme mientras oigo su voz preguntandome que tal he dormido, por lo menos lo poco que lo he echo. Y esas caricias mañaneras que me hacen darme cuenta de que no es un sueño, que todo es real, que el esta aqui, metido en la misma cama que yo y rodeándome con sus brazos. Y ese "No has parado de moverte, me has dado un par de patadas!" y tu avergonzada le pides perdon con un par de besos, algunas caricias, y abrazos, y sonrisas, y miradas, y que ojala el tiempo se detuviera en ese momento, ojala jamas te separaras de su pecho desnudo. Pero hay que volver al mundo real, por desgracia. Y comenzais a vestiros, y os mirais con disimulo, para poder contemplar una vez mas su piel desnuda. Y antes de irte un beso fugaz, y sales de aquel edificio, y ya le echas de menos. Él recoge la habitación, aun somnoliento dado la falta de sueño. Mientras recoge encuentra algo entre todo el barullo de sabanas y ropa, parece un pendiente, si, su pendiente, y sin quererlo recuerda esa noche, la recuerda a ella desnuda entre sus brazos, y sin poder evitarlo una sonrisa se le escapa al recordar la apuesta, "no podras follartela nunca", aficionados.
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