Dicen que la gente no olvida, que no se superan esos recuerdos que nos
dejaron marcados. Hoy han vuelto a mí esos recuerdos. Quizás aún tenga
tus huellas digitales sobre mi piel, de tanto que caminaste sobre mi
cuerpo. Puede que aún tenga tu alma pegada a la mía y por eso no calla.
Aún recuerdo el sonido de sus latidos, que parecía que se les iba a
salir del pecho, debía ser causa de ese gran corazón. Puede que ese sea
el motivo por el que me enamoré. De los estruendosos latidos que yo te
provocaba. De lo que nuestras manos se convertían cuando estaban juntas.
A veces también miraba y no movía sus ojos de los míos preguntándose si
yo los tenía abiertos o cerrados. Esperando a que le respondiera con
besos y abrazos, acurrucados todas las mañanas.
Y ahora se malgasta mi visión llena de recuerdos que duelen. Mi cabeza se entorpece contigo a todas horas y no hay manera de darte fin entre mis recuerdos. Solo quiero tener nuevos principios. Principios en los que tu ya no aparezcas.
Y ahora se malgasta mi visión llena de recuerdos que duelen. Mi cabeza se entorpece contigo a todas horas y no hay manera de darte fin entre mis recuerdos. Solo quiero tener nuevos principios. Principios en los que tu ya no aparezcas.
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