Hay veces que no sabes el motivo, no sabes el por qué, no sabes si es por un mal día, por una persona, pero te sientes sola, aturdida, confundida...
Y es entonces cuando te paras a pensar en ti, en tu vida, en tu día a día, en lo que realmente te importa, y es ahí cuando te das cuenta de todo lo que tienes...
En ese momento solo un pequeño detalle, gesto o cualquier tontería es importante para poder sacarte esa sonrisa que te caracteriza.
Así llegué a la conclusión de que no hay nada mejor que darle la espalda y sacarle una sonrisa a tus días malos.
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