Su amor enreda, confunde, atonta.
Como mosca me sentí atrapada en su gran tela de araña. Traviesos sus ojos
negros al mirarme con fiereza, con deseo incontrolado, con esperanza
desestimada. Bochorno veraniego pegándose en la piel, película de sudor
recubriendo nuestros cuerpos, desnudos ante tanto placer silencioso. Noche
loca, sentida, preciada. Susurrante al viento. Desnúdate, que hoy quiero
amanecer contigo.
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